Este nuevo protocolo nace con el objetivo de actualizar el ya publicado en 2008 para promover, homogeneizar y aproximar al mejor conocimiento científico el diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca, ya que se estima que a pesar de los avances hasta un 70% de los celíacos permanecen aún sin diagnóstico.
Los gastroenterólogos expertos en enfermedad celíaca (EC) destacan que es una enfermedad difícil de diagnosticar debido al carácter sistémico de ésta, con afectación de múltiples órganos y sistemas, y también a la falta de especificidad de sus manifestaciones clínicas. Además, las características clínicas de la enfermedad difieren considerablemente en función de la edad de presentación.
Es preciso realizar un seguimiento clínico de los pacientes, con el objetivo de vigilar y valorar su evolución, así como el cumplimiento de la dieta sin gluten y controlar el crecimiento en los niños. En aquellos pacientes que continúan con síntomas a pesar del estar en dieta sin gluten, es obligado llevar a cabo una búsqueda intencionada de fuentes ocultas de gluten en la dieta o de transgresiones mínimas.
La información ha sido extraída del documento oficial redactado por el Ministerio de Salud.
Los puntos de mayor importancia del nuevo protocolo son:
- Se hace hincapié en importancia de asegurarse de que el paciente siga consumiendo gluten antes de comenzar con el diagnóstico de la enfermedad celíaca, ya que esto hará que los niveles de anticuerpos desciendan y se den falsos negativos que dificulten el diagnóstico de la enfermedad.
- Es preciso realizar un seguimiento clínico de los pacientes celíacos, con el objetivo de vigilar y valorar la evolución de sus síntomas y el grado de cumplimiento de la dieta sin gluten, además de controlar el correcto crecimiento en el caso de los pacientes pediátricos.
- Este documento cataloga a los péptidos inmunogénicos del gluten (GIP) como el método más eficaz para el adecuado seguimiento de la dieta sin gluten, valorar transgresiones en la dieta y descartar la ingesta involuntaria de gluten durante el diagnóstico de la EC refractaria.
- Es posible que pacientes celíacos tengan niveles negativos de anticuerpos. En estos casos, las pruebas genéticas pueden ayudar al diagnóstico de la enfermedad. Además, esta prueba es útil para identificar individuos con riesgo elevado de presentar la EC entre familiares de primer grado y pacientes con enfermedades asociadas que tienen serología positiva y biopsia normal.
- Salvo en pacientes pediátricos y en casos muy concretos, el diagnóstico de la EC requiere una biopsia duodenal que muestre la atrofia de las vellosidades intestinales característica de esta enfermedad.
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