La vacuna es la medida más esperanzadora entre las que se llevan a cabo para la protección individual y protección colectiva frente al COVID-19. Protegerse del COVID-19 es crucial porque, en algunos casos, la enfermedad puede complicarse gravemente e incluso ocasionar la muerte.

Las vacunas contra el COVID-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus SARS-CoV-2, sin tener que contraer la enfermedad. La protección aportada por la vacuna se basa en la generación de linfocitos T “memoria”, además de linfocitos B que también recordarán como combatir virus en un futuro. Tras la vacunación, el organismo tarda unas semanas en producir suficientes linfocitos T y linfocitos B para la protección eficaz.

Sin embargo, la rapidez en la fabricación de la vacuna, ha sido motivo de debate y de generación de desconfianza por parte de la población. Surgen así varios interrogantes como: ¿está funcionando la vacuna? ¿en las personas vacunadas se está produciendo el nivel adecuado de anticuerpos para generar la inmunidad?

Los datos que se están recibiendo del país con el programa de vacunación más avanzado, Israel, están dando resultados esperanzadores al bajar la tasa de mortalidad y la edad media de las hospitalizaciones. Podemos ir anticipando como es la respuesta personal a la vacuna con  tests de diagnóstico rápido de anticuerpos, que permiten saber rápidamente si una persona tiene anticuerpos o no contra el virus SARS-CoV-2. A diferencia de los test serológicos en los que se necesita un tubo de sangre, en estos test rápidos solo se necesita una gota de sangre del dedo.

El test está diseñado para detectar niveles de anticuerpos IgG que se adhieren a la proteína de la espícula del virus en su superficie en suero y plasma de personas que se sospecha tienen la Covid-19, o en suero y plasma de personas que han podido estar infectadas por el SARS-CoV-2.

En Biomedal, se ha podido comprobar que hay tests rápidos que en cuestión de pocos minutos (10-15 minutos), demuestran que se están generando altos niveles de anticuerpos en individuos ya vacunados. Es importante destacar que no todos los tests disponibles detectan anticuerpos frente a la espícula del virus, que es la proteína del virus a la que deben reaccionar.

En definitiva, el uso de test rápidos de anticuerpos podría servir como una herramienta útil para comprobar si se ha generado inmunidad en las personas vacunadas contra el SARS-CoV-2, causante del COVID-19.