La vacunación contra COVID-19 es una acción crítica en la lucha contra la pandemia. Actualmente, existen diferentes vacunas, donde todas ellas tienen un mecanismo común de actuación.

La vacuna activa la producción de inmunoglobulinas específicas contra el virus SARS-CoV-2, creando anticuerpos contra la proteína Spike. El objetivo de la vacuna es que nuestro sistema inmune, reconozca al virus y pueda combatirlo, de forma que no se desarrolle la enfermedad en un futuro y se bloquee la espícula por ser más importante en el ciclo infectivo.

Pero ¿cómo se determina la efectividad de la vacuna? Se consigue determinando los anticuerpos generados por esta. Las vacunas inducen respuestas que dan como resultado la producción tanto de linfocitos T (inmunidad celular), como de linfocitos B (inmunidad humoral). Estos últimos, tienen la función de producir anticuerpos (IgM e IgG).

Los test de anticuerpos disponibles identifican anticuerpos en sangre que se forman frente a la proteína N de la nucleocápside del virus y, algunos de ellos, la proteína S de las espículas. Por tanto, los test rápidos de anticuerpos pueden ayudarnos a conocer el estado inmunitario antes y después de las vacunas:

  • Conocer la respuesta inmune tras haberse expuesto a una infección por coronavirus.
  • Conocer la respuesta inmune de una persona frente a la vacunación.

Biomedal dispone de test rápidos de anticuerpos cuantitativos según el método Time-Resolved Fluorescence (TRF) frente al SARS-CoV-2 capaces de detectar IgG, ideales para comprobar el nivel de inmunidad producida por la vacunación.

En colaboración con el laboratorio Lab-Sur, hicimos una prueba con un grupo de personas de una residencia. De esta forma, se testearon a 100 personas 14 días después de la segunda dosis de la vacuna. Para ello, empleamos test rápidos de anticuerpos. Los resultados fueron positivos en anticuerpos IgG en la totalidad de las personas vacunadas contra el virus SARS-CoV-2.

Así, se comprobó por un lado la eficacia de la vacuna para generar anticuerpos y por otro, que el test rápido de anticuerpos tiene una alta sensibilidad al haber detectado la IgG generada por el sistema inmunitario tras la vacunación. De esta forma, podríamos decir que se trata de un método eficaz para la determinación de la inmunización al virus de forma sencilla y una gran esperanza para la protección de los colectivos vulnerables de edad avanzada.

Podríamos concluir que los test rápidos de detección de anticuerpos después de la vacunación pueden ser pruebas imprescindibles para determinar si se ha generado la respuesta inmune deseada. Además, también serán necesarios controles periódicos para comprobar que la inmunidad se mantiene, dado que no se sabe con certeza la duración del efecto de las vacunas.